miércoles, 28 de febrero de 2007

¿Será el PSUV un partido autoritario o libertario?


El PSUV por los momentos es solo una potencialidad, una esperanza, una intuición, es tanto motivo de alegría como de angustia, el PSUV es todo y es nada a la vez, pues aún no existe. Y lamentablemente los que le deberían dar forma están esperando a que se les diga como va a ser.

Seguramente no tendrá la forma planteada en nuestra propuesta, y eso no nos preocupa mucho pues jamás tendríamos la pretensión autoritaria de que tenga la forma que nosotros decimos. La nuestra es tan solo una propuesta, un invento, “o inventamos o herramos” ¿no? Bueno somos unos anarquistas inventando la forma de un partido político. Todo un invento por donde lo mires…

Para nosotros sería un éxito si el partido fuese una construcción colectiva, que no se construya de una única propuesta, sino de tomar los mejores aspectos de varias. Lamentablemente casi no existen propuestas concretas, (y la nuestra naturalmente no será la forma del Partido), todos a lo sumo se limitan a decir si están o no de acuerdo con el PSUV, pero propuestas, muy escasas. ¡¡¡Tronco de batalla y debate de ideas!!! ¡¡¡Que insubordinación con Chávez, el Líder!!!

Finalmente el PSUV, se construirá como lo diga Chávez, obviamente no le quedará de otra ¿Les parece esto algo positivo? ¿Consideran a Chávez infalible? ¿Les parece estable una revolución que dependa de un solo hombre? ¿Les parece justo para con él tener que cargar solo con el peso de una nación de 26 millones de habitantes? ¿Les parece estable una pirámide de naipes invertida? ¿De verdad creen que una cabeza piensa más que 26 millones?

Para el PSUV, el camarada Chávez esta proponiendo que las bases escojan a sus representantes ¿o inventamos o erramos? ¡Eureka!, tronco de invento, ¡¡¡inventamos la democracia tradicional!!!, llamen a la oficina de patentes que descubrimos el agua tibia!!!

Lo más lamentable es que incluso ese pequeño paso es todo un avance en la historia de los partidos políticos, pues todos los partidos han sido siempre las cosas menos democráticas del mundo, donde los representantes se escogían a dedo y desde arriba.

Así que no desdeñamos de ese avance, pues no desdeñamos de ningún avance por pequeño que sea. Pero lo que sí nos parece es un paso tímido, tan tímido que es difícil definirlo como paso, cuando lo que estamos proponiendo nosotros es un auténtico salto adelante.



Un sistema donde las bases escogen a sus representantes sigue siendo democracia representativa, y la nuestra se supone que es una democracia participativa, y nuestra apuesta como anarquistas va todavía más allá de la participativa, pues nuestra apuesta es por la soñada y por venir democracia DIRECTA.

Si nuestra democracia dice ser participativa no puede consistir en escoger representantes que decidan por ti y que te participen sus decisiones. Pues ese es el circo de la democracia representativa.

Nosotros queremos que el partido sea realmente revolucionario, no un partido apenas democrático de los revolucionarios.

En nuestra propuesta para el PSUV, se verifica una profundización de la democracia, pues en ésta el colectivo escoge entre una serie de planteamientos y propuestas concretas, no entre personas propuestas para que decidan por nosotros en concreto. Nosotros proponemos que el PSUV experimente una democracia mucho más profunda, que se verifique la igualdad y la libertad, que SEA el mundo nuevo que queremos.

Los movimientos sociales no quieren saber nada de partidos, solo quieren saber de auto gobierno y consejos comunales…

Eso está muy bien y en eso los apoyamos completamente como anarquistas; sin embargo no se puede abandonar el PSUV a la suerte de los funcionarios de siempre, pues sería secuestrado por las mismas elites de los partidos anteriores.



Si no le damos un verdadero carácter popular y revolucionario al PSUV, puede acabar siendo más bien un freno y obstáculo para el poder popular y la multiplicación de los consejos comunales… (como fue el MVR: un freno para los consejos locales de planificación pública)

Nuestra propuesta no está reñida con la confederación de consejos comunales, por el contrario, es darle precisamente esa forma al partido, adelantando el trabajo que se pretende hacer con toda la sociedad en lo interno de un “partido”. Además del aspecto de red, que le permitiría ser como el sistema nervioso de la sociedad, de esta forma interconectaría y procesaría simultáneamente todas las problemáticas.


El PSUV tiene que permitirnos experimentar un ensayo de cómo queremos que se estructure la nueva sociedad. Así como queremos que ésta vaya de los consejos comunales a la confederación de consejos comunales para superar el Estado, el partido debería estructurarse de la misma manera.

De esta forma, para poner en marcha ese nuevo paradigma organizativo de la sociedad socialista, solo se tendría que extrapolar la experiencia del partido a la sociedad. Esta sería una tarea mucho más fácil, que iniciar la transformación con la sociedad en su conjunto partiendo desde cero y sin un modelo o aún peor, empleando una herramienta que no sea la apropiada: Un Estado autoritario y un partido como el Bolchevique.

Si hacemos del partido un “espacio” socialista, transformar la sociedad no sería una tarea artificial y compleja. La nueva sociedad solo tendría que ser un reflejo de la estructura libertaria del partido; una amplificación de esa libertad conquistada en el interior del partido. Se enseñaría primero por el ejemplo y luego la gente aprendería a través de su propia práctica.

Pero si el partido tiene una estructura ajena a la del socialismo, una estructura diferente a la que se le quiere dar a la sociedad, si el partido no es orgánico, si es una estructura piramidal, rígida y jerárquica, un partido autoritario y vertical, tengan por seguro que querrá conservar a la sociedad a su imagen y semejanza, una sociedad dividida en clases, con opresores y oprimidos; tengan por seguro que buscará mantener intacto al Estado, a sus policías, militares y Leyes, (que son las instituciones que santifica la explotación del hombre por el hombre y que velan por la preservación de las inequidades); tengan por seguro que será un freno para la construcción de los consejos comunales y para el avance del autogobierno; en definitiva, tengan por seguro que será, como ya se ha cansado de demostrarnos la historia, un enemigo de la revolución.

2 comentarios:

JRD dijo...

No sé, mis hermanos; si es un partido no puede ser libertario. Mosca.
En cuanto a los Consejos, a Douglas Bravo le escuché una reflexión formidable en estos días: los Consejos Comunales no pueden ser una entidad revolucionaria porque han sido creados por un poder que tiene el control del Estado; y porque hay en el poder una entidad agradable, conveniente y simpática al pueblo. Las Revoluciones se dan sólo en oposición a algo contra lo cual sea necesario sublevarse. ¿Contra qué habrían de insurgir los Consejos Comunales, si el poder les es favorable?

Buena batalla la que nos espera: o nos lanzamos por el lado de la anarquía o le damos al Estado más aire del que necesita. Pero ambas cosas al mismo tiempo creo que no se va a poder...

Seguimos en el debate.

Toparquía dijo...

Tienes toda la razón camarada, si es un partido, no es libertario…

Nosotros lanzamos nuestra propuesta para evitar que el “partido” se
transforme en un monstruo burocrático, autoritario y antirrevolucionario.
Aprovechamos el hecho de que el debate para su conformación estaba abierto y
lanzamos nuestra propuesta de liderazgo colectivo; más un espacio
socialista, que un partido político. Algo más parecido a una TAZ (zona
temporalmente autónoma), una formación orgánica en una grieta del sistema.

Preferimos el nombre de MSUR al de PSUV. No sé quienes lo propusieron
originalmente, pero está mucho mejor…

MSUR es preferible pues se incluye SUR y se sustituye la palabra “partido”
por “Movimiento” MSUR: (Movimiento Socialista Unido de la Revolución); Y ya
esto le puede imprimir un carácter más libertario, revolucionario e
internacionalista; por lo menos en el nombre; faltaría ver en la estructura…

Salud, alegría y anarquía
Luis

Teseracto Bolivariano Anarquista Salom Mesa