martes, 30 de septiembre de 2008

Recordando a Sergio Rodriguez



15 AÑOS DESPUES, SERGIO RORIGUEZ VIVE MAS ALLA DE LOS MURALES

Ayer, 23 de septiembre se cumplieron 15 años del asesinato del flaco Sergio, ser especial, querido y respetado por todos quienes le conocimos.

Sergio, demás está decirlo (y no porque esté muerto), era una de esas personas que raras veces tenemos la oportunidad o el privilegio de conocer. Siempre una sonrisa en la cara, pasara lo que pasara en su casa o en su vida; siempre el entusiasmo por delante no importa el tamaño de la tarea que tuviera que emprender. Siempre presente con su sonrisa desobediente; esa con la que castigó por última vez a sus asesinos porque, aunque usted no lo crea, el flaco les echó un vainón. Quienes lo vimos muerto sabemos que es verdad que el loco estaba sonriente, como advirtiendo a sus esbirros que uno de sus poemas lo había escrito para cumplirlo: si me matan, decía, me voy a cagar de la risa porque quienes disparen nunca sabrán que los Quijotes nunca mueren, porque la esperanza no se mata.



Muchos fueron los momentos y los espacios que compartimos con este ser venido de otra galaxia. Trabajamos juntos en varios intentos editoriales de las cuales dos merecen recordar: el periódico Yulimar Vive, viviendo en cada página, cada trasnocho, cada calentera del negro Villa, en cada chiste malo del flaco. Y Forjadores de la Libertad, empeñado en volver por todos los caminos enseñando a la gente como hacer bombitas, como protegerse de los gases lacrimógenos, como prepararse para la insurrección “una tela de araña que hay que tejer”. Pasquines, muchos, tantos que ya no recuerdo.

El flaco Sergio hijo de la siempre querida Victoria era un militante integral; uno de aquellos raros ejemplares que no se quitaba el uniforme para aportar en cualquier parte, que trascendía al 23 de Enero, a Caracas, al país. Si, porque Sergio sembró afectos incluso fuera de nuestras fronteras. Recuerdo con particular alegría una anécdota de ese Quijote una vez que nos mandaron a Colombia a conversar con unos compas sobre la Escuela de Pensamiento NuestraAmérica. El loco me hizo bajarme del bus en la frontera y comenzó a cruzarla a pie. Llegaba a Colombia y corría al lado de Venezuela… Así muchas veces mientras gritaba: “Ja, ja, están jodidos todos los que pretenden olvidar el sueño de Bolívar… Ja, ja, somos un solo pueblo, miren lo que hago con la frontera”. Estaba maravillado de ese espacio tan tonto que llaman frontera. Y los soldados del DAS sorprendidos con ese loco altote dando saltos de aquí para allá por casi dos horas. Y conste que en esos tiempos no era común hablar de integración. ¿Han visto ustedes un “discurso” más claro sobre lo que significa integración? Yo no. Lo juro.




Recuerdo las escapadas del flaco de su garita de vigilante para ir a la Escuela de Educación a mostrarme un panfleto, un poema, cualquier vaina que sirviera de excusa para huir del tedio de ver carros pasar y de buenos días sin respuesta. A una profesora de la Escuela de Odontología la jodió bien feo. Todos los días le daba los buenos días y ella no respondía. Ah, imaginen a la academia inclinándose a responder al saludo del vigilante. Por favor. Un día la espero con un poema escrito en un marca-libros y se lo regaló por mal educada. Creo que esa mujer jamás olvidará al flaco.

Recuerdo otra misión. Una vez nos mandaron a aprender a hacer los famosos “bastones”, especie de chopos artesanales con los que íbamos a enfrentar a los enemigos, los de afuera y los de adentro. Ilusos llegamos a casa del “instructor” y nos fajamos a trabajar con las manos casi, sin herramientas casi. Al final de la tarde, cansados y sucios, teníamos cada uno un “bastón” y el compromiso de multiplicarlos. El peludo nos dijo sentencioso: compas, el esfuerzo que les costó hacer el bastón permitirá que lo quieran, que lo respeten, que se identifiquen con él, que confíen en él… Después de eso nos enteramos de que había maneras más fáciles de hacerlos. Otros lo perfeccionaron más adelante; pero en ese momento bajamos a Caracas orondos, orgullosos de nuestra obra y protegiéndola como si de un niño se tratara. Así entendía el flaco la línea militar de masas. Sin tanta paja, sin ese velo de misterio de guerrillero clandestino.

Han pasado 15 largos años de que nos arrancaron al flaco con una maldita bala, pero él sigue con nosotros. Porque, ¿cómo carajo olvidamos a personas como Sergio y Yulimar, cómo nos acostumbramos a vivir su ausencia; como si ellos siguen estando en que se niegan a abandonar como esquinas, salones, calles, callejones, canciones, poemas y en cualquier sitio donde exista un hombre, una mujer, una comunidad, un pueblo construyendo la Patria Grande.

Por eso, cada 23 de Septiembre retumba en los bloques del 23 de Enero:
¡¡Risa Desobediente, Presente…Presente!!

La Guara
itza97@yahoo.com

Tomado de: Misión Boves






Vives en las luchas "Flaco"!


El siempre querido y recordado flaco fue un luchador a tiempo completo. Desde muy temprana edad desarrolla ese amor por el pueblo que lo llevo a dar la mayor parte de su corta existencia (27 años) en fomentar la organización y participación como instrumento de lucha permanente para conquistar aquellas reivindicaciones de la parroquia y mas alla. En la década de los ochenta junto con un grupo de jóvenes forma el “Grupo Cultural Hombre Nuevo” el cual tiene presencia en la zona de Monte Piedad, espacio donde comienza a desarrollar su actividad política cultural. De allí surge el periódico “El Vocero de Monte Piedad, el cual es llevado en principio en la zona, luego tendría influencia en los trabajos de La Cañada, La Central, La Piedrita, todas áreas del 23 de Enero.

Fungió en El Vocero como investigador editor. También escribe algunos artículos relacionados con la situación internacional(Centroamérica) y como entendía el proceso revolucionario en esa parte del continente. De su lucha por las reivindicaciones populares, podemos mencionar el hecho que significo para la parroquia el secuestro por mas de una semana de varios camiones de algunas instituciones, en la misma década de los ochenta que concluyo con el compromiso y puesta en practica de remodelaciones generales en casi todos los bloques del 23 de Enero.

También recordamos el trancazo de la Av. Sucre como consecuencia de una escases de agua en diferentes zonas. Por otro lado estaba organizando actos culturales de solidaridad con El Salvador, Nicaragua, y las famosas parrandas navideñas en La Plaza José Gregorio Hernández frente el Bloque 5; colaboraba en las actividades desarrolladas en el Barrio Sucre, como por ejemplo, La Cruz de Mayo y La Parranda del Niño.



El flaco tiene varias facetas que va cultivando a través de los años. Excelente deportista, trabajador social, estudiante, pero sobre todo poeta. Un poeta del amor y la esperanza en un futuro mejor. Esto lo hace carismático y por ende un líder indiscutible del movimiento popular. Amplia sus horizontes y ya no es solo en el 23 de Enero el objetivo de sus luchas ahora es Venezuela y luego toda Latinoamérica.

Participa como miembro del “Grupo Hombre Nuevo” en diversos encuentros a nivel nacional para la discusión de un proyecto alternativo de un movimiento popular y llevar adelante en todos los terrenos la lucha por conquistar un nuevo amanecer lleno de esperanza y vida digna para todos. Ingresa en la UCV, primero como trabajador y luego como estudiante de la escuela de Sociología y de inmediato pasa a la actividad política que se desarrolla en la universidad. Participa activamente en la organización del sindicato de vigilante para conseguir mejoras laborales para sus compañeros
.
También participa en cada una de las manifestaciones tanto pacificas como violentas que se desarrollan dentro y fuera del recinto Universitario en el duro año de 1989, especialmente durante el mes de Febrero. Allí desarrolla a toda su capacidad sus dotes de organizador y liderazgo en el movimiento popular logrando controlar con una conducta ejemplar los desmanes cometidos por algunos delincuentes al tratar de saquear y destruir pequeños comercios y locales especialmente en el 23 de Enero. Llega el año de 1993 y se acentúa el clima de conflictividad en el país, calentandose la atmósfera política y continúan las marchas, las protestas callejeras y las movilizaciones populares. Entonces tomando como referencia los cacerolasos en Chile y Argentina, Sergio y un grupo organizado del movimiento popular montan el gran cacerolazo del mes de Marzo contra el entonces Presidente Carlos Andrés Pérez, con un extraordinario éxito a nivel nacional. La experiencia se repite con mayor contundencia un mes después.

El año de 1992 fue un año de protagonismo importantísimo en la vida de Sergio. Coordina y organiza y participa directamente en los levantamientos militares del 4f y 27 n. en el primer caso coordina y organiza la defensa del 23 de Enero junto con el pueblo (cabe destacar que el 23 de Enero fue una de las pocas parroquias donde hubo enfrentamientos armado entre militares y civiles. en el 27 de N. También le toca coordinar y organizar los diversos grupos, la toma político- militar del 23 de Enero; la cual se logra con éxito por algun tiempo, algunas horas. Esta vez ademas de participar directamente en las acciones se le encomienda la tarea de ayudar, después de la derrota, a los militares patriotas que se encontraban en la zona.

Les brinda todo el apoyo posible: los esconde, los viste y alimenta, los mantiene seguros y luego los saca sin ninguna inconveniencia. Se gradúa de revolucionario. 23 de Septiembre de 1993. Las universidades del todo el pais han llamado a una marcha a caracas para pedir un presupuesto justo. Se llena la plaza del rectorado. Unas 13.000 personas, alegres entusiastas, una movilización pacifica, que empiezan un recorrido que representaría las ultimas horas de vida de Sergio Rodríguez. Juntos, cantando, bailando, compitiendo la mejor consigna. La muchedumbre avanza. En plena Av. Universidad desaparece el flaco Sergio. Lo consiguieron en la esquina El Chorro. Había desaparecido de la retaguardia para aparecer liderizando la marcha con la consigna de llevarla hasta el congreso. En frente, cientos de policías armados hasta los dientes hacen un cordón para impedir que prosiga la marcha. Hay un momento de discusión. se impone el carácter, el líder, el arriesgado, el valiente,.continuamos adelante. Eran las 2:30 pm. esa decisión le costo la vida a Sergio Enrique Rodríguez Yance, mártir y líder del 23 de Enero.

El Sergio Poesia
Aquí voy cual cometa fugas, papagallo sin amarras, dispuesto a volar sin grillos ni cadenas hacia lo desconocido. Voy por el mundo tal ves justificando mi discurso sobre la integralidad del ser humano, buscando el equilibrio del hombre con la naturaleza, rompiendo la usurpación de las vanguardias. Aquí estoy, individuo solo universalizando mi existencia, aquí voy cual loco alegre regalando mis arapos a los desposeídos, compartiendo el pan de las ideas libertarias. Aquí vengo cual Quijote enmudecido entregando mi amor como un pan compartido para todos, asumiendo la dinamicidad de la vida. Aquí vengo con mi espada luminaria atravesando los fantasmas de la inconsistencia y el egoísmo, levantando mi espada contra aquellos químicamente puros, farsantes de la honestidad. Aquí estoy amigos y enemigos míos, con mi armadura de guerrero dispuesto a entregar mi vida, estando seguro y convencido que la muerte no existe

Sergio Rodriguez - Junio 1993.-

Gracias a el Semanario Sucre en Comunidad por la reseña de El Flaco.


Tomado de: el23.net

1 comentario:

Movimiento Loyoliano de Liberación Cultural dijo...

Cuantas Lunas Flaco Sergio. La nuestra querida América, tiene en ti a unos de sus hijos mas bravíos.
En el Camino de las comunidades, te llevamos como lucha perenne y constante contra los fantasmas de la incosistencia.