jueves, 11 de septiembre de 2008

11 de septiembre, recordando a los cordones industriales chilenos.



Hoy 11 de Septiembre se recuerda al compañero Allende, se recuerda su valor, su determinación, su último discurso…

Hoy se celebrarán actos en su honor, se le llevarán flores, se le prenderán velas. La izquierda de arriba recordará sus héroes, mientras que la de abajo recordará a sus hermanos y compañeros caídos, Camaradas anónimos e invisibles para la gran historia, abstractos números estadísticos para los de arriba, compañeros concretos y entrañables, pérdidas irreparables para las pequeñas historias de los de abajo y de nuestras luchas cotidianas.

Hoy se celebrarán pomposos actos, hoy lameremos nuestras heridas.

El caso de Chile suele ser invocado por personeros de esa izquierda protocolar con afirmaciones alegres del tipo “la extrema izquierda le hico mucho daño al compañero allende”; pareciese que olvidasen que los que le dan el golpe y bombardean la moneda eran precisamente esos militares que con Allende compartían el mando, esos que le juraron lealtad, esos que le acompañan en las grandes fotos, esos que asentían en sus alocuciones y que le aplaudían al final de cada discurso…

Pareciese que olvidasen que los que padecieron con mayor fuerza los rigores de la dictadura no fueron esos pomposos ministros de izquierda que escriben la historia y que encontraron rápido acilo en consulados y embajadas, esos que pudieron escapar al fascismo gracias a sus influencias; Los que sufren la dictadura son precisamente esos revoltosos a los cuales se acusa desde arriba de entorpecer el proceso, ese pueblo rebelde que padece la historia, esa extrema izquierda revolucionaria Chilena que conoció las cárceles, las torturas, las desapariciones…

Hoy 11 de septiembre, los siempre alzados topos de la tierra no solo recordamos al compañero Allende, sino recordamos y honramos especialmente a ese pueblo insumiso y conciente de Chile, a su extrema izquierda, a sus cordones industriales…
Hoy, que se vive en Venezuela un proceso pre-revolucionario, de movilización popular, de búsqueda de alternativas, de efervescencia de ideas, recordamos a estos compañeros chilenos, precursores de estos procesos.




Hoy, donde en Venezuela y a pesar del “Estado Revolucionario” la derecha hace y deshace sin recibir ningún tipo de represalia, donde los sectores de izquierda más radicales son acusados por el propio camarada Chávez de “infiltrados de la Cia” y de “anárquicos”, donde se estrenan vergonzosamente nuestros nuevos y flamantes fusiles AK amedrentando yukpas e intentando dispersar caravanas humanitarias que acuden en su ayuda; donde el sicariato ganadero asesina a decenas de campesinos y luchadores populares, donde la policía defiende los privilegios de los explotadores y ataca a humildes trabajadores como los de Mérida, enfrentados a Sincreba; Hoy más que nunca se hace imprescindible recordar a los camaradas Chilenos…

En una carta al compañero Allende del 5 de septiembre de 1973 (seis días antes del nefasto golpe), lo más avanzado del proletariado chileno, agrupados en la coordinadora de cordones industriales y en los comandos comunales, le advertían al compañero presidente, más que de la frustración de estos sectores de izquierda ante la incapacidad del Estado de dar respuestas oportunas a sus aspiraciones, sobre el inminente golpe de Estado fascista que se preparaba…




Lamentablemente el movimiento popular fue desatendido en este caso. Quizás de haber sido atendidas sus demandas oportunamente, la historia de Chile y la de este continente habría sido otra:

“Compañero Salvador Allende:
Ha llegado el momento en que la clase obrera organizada en la Coordinadora Provincial de Cordones Industriales, el Comando Provincial de Abastecimiento Directo y el Frente Único de Trabajadores en conflicto ha considerado de urgencia dirigirse a usted, alarmados por el desencadenamiento de una serie de acontecimientos que creemos nos llevará no sólo a la liquidación del proceso revolucionario chileno, sino, a corto plazo, a un régimen fascista del corte más implacable y criminal.

Antes, teníamos el temor de que el proceso hacia el Socialismo se estaba transando para llegar a un Gobierno de centro, reformista, democráticoburgués que tendía a desmovilizar a las masas o a llevarlas a acciones insurreccionales de tipo anárquico por instinto de preservación.

Pero ahora, analizando los últimos acontecimientos, nuestro temor ya no es ése, ahora tenemos la certeza de que vamos en una pendiente que nos llevará inevitablemente al fascismo(…)” (1)





Para el proletariado Chileno era más que obvio que se avecinaba un golpe fascista, pero fueron ignorados por esos aburguesados “izquierdistas” timoratos con afán de mando, esos funcionarios que son los que realmente dañan los procesos, bien sea por cobardía, ineptitud o traición; Esos funcionarios que fueron incapaces, primero de dar respuesta a las demandas de cambio social que el pueblo exigía, y luego de atender las sugerencias y advertencias populares, no pudiendo depurarse en lo interno de ese monstruo llamado Estado, para impedir así el golpe fascista.

Esos funcionarios que reducen las revoluciones a meras reformas democraticoburguésas, funcionarios que buscan una tregua social a la guerra de clases, funcionarios que coquetean con la burguesía, a la cual ni atacan, declarándole en cambio la guerra a los movimientos populares. Esa es la enfermedad senil del derechismo en el socialismo, esa que verdaderamente daña los procesos revolucionarios.

“(…)La derecha ha montado un aparato terrorista tan poderoso y bien organizado, que no cabe duda que está financiado y por la CIA. Matan obreros, hacen volar oleoductos, micros, ferrocarriles.

Producen apagones en dos provincias, atentan contra nuestros dirigentes, nuestros locales partidarios y sindicales.
¿Se les castiga o apresa?
¡No compañero!
Se castiga y apresa a los dirigentes de izquierda.
Los Pablos Rodríguez, los Benjamines Matte, confiesan abiertamente haber participado en el "Tanquetazo".
¿Se les allana y humilla?
¡No compañero!
Se allana Lanera Austral de Magellanes donde se asesina a un obrero y se tiene a los trabajadores de boca en la nieve durante horas y horas.
Los transportistas paralizan el país, dejando hogares humildes sin parafina, sin alimentos, sin medicamentos.
¿Se los veja, se los reprime?
¡No compañero!
Se veja a los obreros de Cobre Cerrillos, de Indugas, de Cemento Melón, de Cervecerías Unidas.
Frei, Jarpa y sus comparsas financiados por la ITT, llaman abiertamente a la sedición.
¿Se les desafuera, se les querella?
¡No compañero!
Se querella, se pide el desafuero de Palestro, de Altamirano, de Garretón, de los que defienden los derechos de la clase obrera
El 29 de junio se levantan generales y oficiales contra el Gobierno, ametrallando horas y horas el Palacio de la Moneda, produciendo 22 muertos.
¿Se les fusila, se los tortura?
¡No compañero!
Se tortura en forma inhumana a los marineros y suboficiales que defienden la Constitución, la voluntad del pueblo, y a usted, compañero Allende.
Patria y Libertad incita al golpe.
¿Se les apresa, se les castiga?
¡No compañero!, siguen dando conferencias de prensa, se les da salvoconductos para que conspiren en el extranjero.
Mientras se allana Sumar, donde mueren obreros y pobladores, y a los campesinos de Cautín, que defienden al Gobierno, se les somete a los castigos más implacables, paseándolos colgados de los pies, en helicópteros sobre las cabezas de sus familias hasta darles muerte.
Se le ataca a Ud. compañero, a nuestros dirigentes, y a través de ellos a los trabajadores en su conjunto en la forma más insolente y libertina por los medios de comunicaciones millonarios de la derecha.
¿Se les destruye, se les silencia?
¡No compañero!

Se silencia y se destruye a los medios de comunicación de izquierda, el canal 9 de TV, última posibilidad de voz de los trabajadores.”(2)





La carta completa puede hallarse en:
www.poderpopular.org/article.php?id_article=2

La naturaleza del Estado es la defensa de los privilegios. Incluso los “Estados Socialistas” no escapan a este hecho. Así tenemos a los seniles autoritarios rusos, firmando el 3 de marzo de 1918 el tratado de Brest Litovsk, donde de un plumazo Lenin devuelve desde arriba Ucrania a los terratenientes y los imperios, pasando por encima de las conquistas de los de abajo, aplastando las aspiraciones de los campesinos ucranianos, quienes habían llevado a cabo una revolución profunda y verdadera en sus tierras.



Así durante la Segunda República Española se perseguía y se apresaba a los obreros, más no a los monárquicos, muchos de los cuales formaban parte del Estado republicano, el cual era más un colchón para la caída de la monarquía y el sostén de sus privilegios que un instrumento para el cambio social.

“He aquí las paradojas de la República española: mientras los 110 prisioneros del Buenos Aires son deportados sin juicio (y la mayoría de ellos no han intervenido en los hechos de Fígols), los monárquicos conspiran libremente, los grandes propietarios rurales dejan yermas las tierras y los campesinos se mueren de hambre. La famosa “ley de defensa de la República” no se ejerce contra los enemigos de ésta, sino contra los obreros, cuyo único delito es ser consecuente y fiel a su clase.” (3)

No repitamos los errores del pasado en nuestra revolución, recordemos hoy, que aún estamos a tiempo, las sabias advertencias del proletariado Chileno.
Que los funcionarios no desatiendan los llamados y el empuje del movimiento popular; Pero sobre todo, que el movimiento popular no espere por los funcionarios para hacer su propia revolución.

¡¡¡Solo el pueblo salva al pueblo!!!


(1) Carta de los cordones Industriales al compañero Allende. 5 de septiembre de 1973. www.poderpopular.org artículo
(2) Idem

(3) Carta de Emilienne Morin, reproducida en Le Libertaire del 14 de febrero de 1937. Tomada del libro “Durruti en la Revolución española”. Abel Paz. Fundación Anselmo Lorenzo. Pag 98.

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